Cada primavera, en el tercer día lunar del brillante mes de Vaishakha, millones de personas celebran Akshaya Tritiya, una de las fechas más auspiciosas del calendario védico. El término Akshaya significa “lo que nunca disminuye” y Tritiya se refiere al “tercer día lunar”. Se trata, según las escrituras, de un momento en el que los actos virtuosos —como la caridad, las ofrendas, la meditación o la recitación de mantras— tienen beneficios espirituales inconmensurables y eternos.
¿Por qué se celebra Akshaya Tritiya?
La tradición védica está llena de eventos míticos y episodios que convergen en este día, dotándolo de una energía especial:
El nacimiento de Parasurama, el sexto avatar de Vishnu, ocurrió en Akshaya Tritiya.
Draupadi recibió el Akshaya Patra (el recipiente que producía alimento ilimitado) durante el exilio de los Pándavas, asegurando que nadie que los visitara quedara con hambre.
Veda Vyasa comenzó a dictar el Mahabharata a Ganesha este día.
Además, la aparición del Ganges en la Tierra también se asocia con esta fecha sagrada.
La conexión con la prosperidad
Aunque popularmente Akshaya Tritiya es conocido como un día para comenzar negocios, comprar oro o realizar inversiones importantes, sus raíces espirituales son mucho más profundas. La verdadera abundancia, según las enseñanzas védicas, no se mide en posesiones materiales, sino en actos de dharma (deber), bhakti (devoción) y jñāna (sabiduría). Este día es ideal para iniciar estudios sagrados, comenzar una disciplina de yoga o realizar austeridades con el fin de fortalecer la conexión con lo eterno.
Un día sin sombras
Astrológicamente, Akshaya Tritiya es uno de los pocos días en que el Sol y la Luna están en su máximo esplendor: el Sol en Aries y la Luna en Tauro. Esta configuración fortalece la energía positiva y elimina obstáculos kármicos. No por nada se considera un día en que no se necesita buscar un muhurta (momento astrológico auspicioso): todo el día es favorable.
¿Cómo celebrar Akshaya Tritiya?
Realiza actos de caridad, especialmente donar agua, alimentos, ropa o libros.
Lee pasajes del Bhagavad-gītā o del Mahābhārata.
Comienza prácticas de yoga, meditación o estudio espiritual.
Ayuna o lleva una dieta satvica (pura).
Ofrécele a la Deidad —en especial a Vishnu y Lakshmi— flores, incienso y preparaciones dulces.
Reflexión final
Akshaya Tritiya nos recuerda que el verdadero crecimiento no está en acumular, sino en entregar. Que el bienestar auténtico no nace de lo que tomamos, sino de lo que ofrecemos. Es una oportunidad para sembrar buenas acciones que —según prometen los Vedas— jamás se agotarán.