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El veda y la religión

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Arango Medina. A. 2024. Escuela Bali Yoga ©

Este trabajo explora los aportes que puede hacer el conocimiento védico a los “estudios sociales” sobre religión. Su contribución viene de señalar dos nuevas categorías útiles en dar una justa evaluación a las manifestaciones religiosas y su relación con la política y el poder.

Los estudios sobre religión presentan una tensión interesante al plantear cómo las manifestaciones religiosas responden a un tiempo y lugar particular. Señalan que muchas veces los practicantes tienden a llamar “costumbres eternas” a lo que sólo son simples características circunstanciales de su comunidad . Y si bien esto es cierto. Todavía falta analizar si el fenómeno religioso se reduce a este relativismo. 

Si bien algunas prácticas son sólo circunstanciales (y habría que ver si hablamos de forma o de fondo), no podemos negar que si a la religión se le quita su carácter eterno, pues poco sentido tiene. 

Los estudios sociales conocen de estas críticas y se apresuran a señalar que no son “relativistas”. “Más bien, los “conocimientos situados” ofrecen el terreno más firme sobre el qué hacer afirmaciones objetivas que no se definen por su distanciamiento, sino por su especificidad, transparencia y capacidad de rendición de cuentas”. (Moore, 2015). Tomando estos criterios como objetivo podemos encontrar en la tradición del veda algunos puntos interesantes que contribuyen a su logro.

Cuando se consulta sobre religión en el veda se presenta un problema de entrada: esa categoría no existe. Y esto no es una limitación sino un hecho que viene a demostrar que se ha abusado del concepto siendo injustos con los practicantes sinceros y muy laxos con los oportunistas con sus agendas políticas amañadas. Así que para hablar de religión eficientemente se debe partir por identificar cada uno de estos ingredientes. Una cosa es la manifestación de la fe y otra cosa es el aprovechamiento del poder de tal fe. Tal cosa podría parecer obvia pero lo cierto es que no siempre se logra. El “fenómeno religioso” se mezcla tanto que resulta imposible separarlo sin ofender a alguien, lo cual puede ser peligroso.

El problema empeora cuando nos damos cuenta que si bien son cosas distintas no son cosas separadas. Y es así como el asunto toma un nuevo giro y aumenta su dimensión retadora al entender que la política no sólo desvirtúa la religión sino que la religión está llamada a mejorar la política. ¿Cuando es positiva y cuando negativa? Esto tampoco es tan fácil de saberlo, pero esta dificultad no debe desanimarnos. El intento de separar el estado de la religión puede ayudar a marcar “ciertos” límites pero ha demostrado ser una solución simplista e incapaz de comprender o tratar a cabalidad con el fenómeno. Simplemente es irreal. Los estudios sociales insisten en ello. 

De esta manera la labor que se manifiesta consiste en : perímetro encontrar qué es religión separada de sus manifestaciones manipuladas, y segundo dar con la justa proporción de su relación con la política.

Este trabajo es tan delicado que exige un proceso minucioso adaptado a cada caso y debe ser una constante en las resoluciones y estudios. La religión puede estar tan cerca y tan lejos de las dos orillas que se necesita saber de qué hablamos. Cuando consideramos, por ejemplo la acción de comer, es un acto político o religioso, el asunto es que pueden ser los dos… Y así con muchos otros aspectos de la vida humana. 

El aporte del veda consiste en invitarnos a pensar en dos categorías: Dharma y Paradharma. Dharma es el desarrollo espiritual desde las realidades sociales, Paradharma es el desarrollo espiritual libre de tales consideraciones. Esta categorización puede rastrearse a partir del estudio del verso 18.66 del Bhagavad Gita. (Este verso se encuentra al final del libro y en él se invita a que el Dharma, que ha sido promovido durante todo el texto, sea abandonado para dar paso al Paradharma). 

Con este criterio podemos revisar qué tanto contenido de dharma hay en la religión y que tanto de paradharma y así darles el lugar a cada una. El nombre que cada una tome podrá seguir siendo importante y útil para congregar y mantener costumbres y gustos, pero un nuevo criterio de evaluación será de gran ayuda para su comprensión.

Referencias:

Moore, D.L. (2015) Methodological assumptions and analytical frameworks regarding religion Part One. Harvard Divinity School.

Satyanarayan (2015) Bhagavad Gita.Vrindavan. Jiva Institute of Vaishnava Studies.

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